Ing. Carlos Alvarez Flores
Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.

La crisis ambiental que vive el D.F. y cientos de Ayuntamientos de nuestro país por el mal manejo y la indebida disposición final de los Residuos Sólidos Urbanos que generamos en nuestros hogares, tiene sus causas bien definidas. Ya hemos reflexionado algunas de estas causas en otro artículo. Ahora analizaremos otros ángulos del problema. Primero les comparto que el costo ambiental según cifras oficiales del INEGI para el año 2009, por la actividad económica fue del 7.9 % del Producto Interno Bruto (PIB) que equivale a 941,670 millones de pesos. El mayor costo provino de la Contaminación Atmosférica: 520,300 millones de pesos. Pero el segundo mayor costo ambiental proviene de los Residuos Sólidos Urbanos que generamos en nuestros hogares, con un agotamiento de recursos naturales y degradación ambiental que nos cuesta 243,016 millones de pesos, el 25.8 % del total. Otros costos ambientales son la Degradación de suelos: 70,900 millones de pesos. Contaminación de agua: 69,900 millones de pesos y por el indebido manejo de nuestros Residuos Sólidos Urbanos: 40,700 millones de pesos. No es raro entonces que la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que agremia a 34 países del mundo, nos califique en su reporte del 27 de mayo de 2011: México no es verde, es gris. Esta grave crisis ambiental es la que ha llevado a decenas de Ayuntamientos de nuestro país a creer que cualquier empresa puede ayudarlos a resolver el problema, sin ningún respaldo no sólo técnico, sino económico, ni experiencia previa, como Recolectora y Recicladora de Desechos Industriales, S.A. de C.V., Cía Internacional de Reciclados, S.A. de C.V., Red Recolector, S.A. de .C.V./ Vigue Relleno, S.A. de C.V./Red Ambiental, S.A. de C.V., Biosistemas Sustentables, S.A. de C.V., Green Environmental Energy Solutions International, S.A. de C.V., Energy Solutions de México, S.A. de C.V., Tecnosilicatos de México, S.A. de C.V., Asiamex, S.A. de C.V., Sodes México, S.A. de C.V., Era 2000, S.A. de C.V., Comunicaciones Ciebernéticas, S.A. de C.V., La Perla, S.A. de C.V., Proyectos Energéticos Renovables, S.A. de C.V., Proveedora Industrial Aguacaliente, S.A. de C.V., Envir Eau de México, S.A. de C.V. o Grupo Domos, quienes son solo algunas de las muchas “empresas” que han venido a ofrecernos diversas tecnologías para el tratamiento de los RSU. Me refiero a la Torre Azul, Arco de Plasma, Concord Blue Energy, Pirólisis, Termólisis, Gasificación, Mineralización, Incineración o Arrow Ecology y no ha faltado quien se atreva a decir que van a reciclar en 95 % de los RSU o que van a “secar” los RSU con un Horno que opera con “Rayos Infrarrojos”, o que van a generar mucho biogás, “hidratando” los RSU y luego usando biodigestores. O que podemos fabricar madera plástica o de plano produciendo “tabiques” con los RSU. Todas estas propuestas ofrecen resultados mágicos, prometiendo que no les costarán ni un peso a los Ayuntamientos y que ellos se encargarán de hacer negocio, transformando los RSU en energía eléctrica. Nada más falso. Todos los gobiernos locales del mundo, como Nueva York, Seúl, Londres, Tokio, Paris, Berlín, Estocolmo o Río de Janeiro, pagan por resolver el problema de los RSU. Ninguna propuesta tecnológica moderna es autofinanciable. Como la mayoría de los Presidentes Municipales, carecen del conocimiento técnico y financiero (y tampoco son precisamente honrados) para poder evaluar y descubrir los engaños que plantean en el papel estas “empresas” que ofrecen las “Tecnologías del Futuro”; por supuesto que se equivocan al creer en estas propuestas. Todas ellas escapan a la realidad de nuestro país, ya que los costos reales de todas estas tecnologías modernas son impagables por los Ayuntamientos de nuestro país. El propio Marcelo Ebrard, en el camino para tratar de resolver el grave problema de las 12,600 toneladas diarias de RSU, que generamos en el D.F, propuso (sin éxito) en 13 de septiembre de 2007, 4 Centros de Incineración y Electricidad, CIRE, en un Foro Internacional de Resíduos, que organizó el Consejo de Ciencia y Tecnología del D.F. Foro en el que  participé, precisamente para advertir de la inviabilidad económica de la mayoría de estas tecnologías y en algunos casos su alto riesgo, como la Incineración. El hecho es que todos estos proyectos no se llevaron a cabo. Creo que las razones de fondo que tuvo el Jefe de Gobierno del D.F. fueron políticas. Como él aspiraba a ser “candidato de la izquierda”, simplemente se olvidó del problema. Ahora lo vemos queriéndolo resolver “en unos cuantos días”. Los que conocemos la realidad de la Gestión Ambiental en México, sabemos que estamos envenenándonos diariamente con Dioxinas y Furanos, que generamos en los cientos de incendios de miles de toneladas de RSU y de cualquier tipo de incendio. Algunos incendios de RSU son provocados intencionalmente, por ejemplo en Oaxaca, en cientos de Ayuntamientos, que se rigen por Usos y Costumbres y en otros como el Tiradero de Empalme, Sonora a donde irresponsablemente el Ayuntamiento “trata” sus RSU, incinerándolos cada 4 semanas, afectando gravemente la salud de 1,500 habitantes del Ejido Maytorena (a quienes estamos asesorando) por estas sustancias altamente tóxicas, que nos generan daños a la salud como cánceres en piel, boca, nariz, esófago y estómago. Afectaciones graves a los sistemas nervioso central, inmunológico y de reproducción y además causan Diabetes. Estas graves consecuencias a la salud están debidamente documentadas por diversos estudios de más de 35 años en Europa, quienes ya entendieron que la Incineración no es la mejor opción para “tratar” los RSU, además de costosa. Estuve en Seúl, capital de Corea del Sur, en enero del 2010, a conocer lo último en Pirólisis, patentada por del Ingeniero Químico, Mr. Lee, y a pesar de que presume (sin poder probarlo), que no genera Dioxinas y Furanos, opera un equipo piloto que está funcionando para generar solo vapor en una planta pequeña de Corea del Sur, con una capacidad de 20 toneladas diarias, con un costo de 30 millones de dólares, simplemente imposible de recuperar. En mi opinión, lo que debemos hacer (por lo pronto) es utilizar el Relleno Sanitario como eje principal de la Gestión para resolver el grave problema de los RSU; cumplir cabalmente nuestra norma oficial mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003, que exige la clausura desde el 30 de junio del 2008 de todos los tiraderos y vertederos a cielo abierto que tenemos en nuestro país que están generando graves impactos ambientales por los lixiviados al suelo, al subsuelo y a muchos acuíferos superficiales, además de la contaminación organoléptica, generan más de 100 millones de toneladas de CO2 al año, abonando al Calentamiento Global. Considero que debemos concretarnos en estos momentos a realizar una buena separación de los RSU y recuperar al máximo los materiales reciclables( en México no hemos podido reciclar más allá del 10 %, dejando de recuperar más de 10,000 millones de pesos anuales ) como lo propone el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, publicado en el DOF, el día 9 de noviembre del 2009;  debemos separar los Residuos Peligrosos del hogar, como lo indica el Artículo No. 18 del Reglamento de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, publicado el 30 de noviembre del 2006. Mientras no cambiemos nuestra forma de producir los envases, empaques y embalajes para promover un mejor reciclaje, a través de la norma oficial mexicana respectiva; mientras que como ciudadanos, no modifiquemos nuestra actitud y aceptemos nuestra responsabilidad como generadores de más de 36 millones de toneladas anuales de RSU; mientras los sistemas formales de Educación de nuestro país, no incluyan la materia de Medio Ambiente, para crear la anhelada conciencia ambiental. Mientras los Presidentes Municipales de nuestro país, no cambien su precaria forma de ver y resolver el problema; mientras los Gobiernos Estatales y el Gobierno Federal no apoyen, no solo con dinero sino con asesoría técnica a los Ayuntamientos; mientras no se destinen más recursos económicos para las clausuras de miles de tiraderos a cielo abierto. Mientras no orientemos y encaminemos a la sociedad mexicana hacia una producción y consumo sustentables, no podemos estar pensando en las soluciones tecnológicas caras que no podemos pagar en nuestro país, todavía.