Ing. Carlos Álvarez Flores
Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Nuevamente vemos que nuestro Gobierno Federal insiste en seguir realizando campañas de Reforestación que están destinadas al fracaso. Lo hemos repetido hasta el cansancio. No podemos obtener éxito, sin que analicemos puntualmente nuestras fallas. En primer término, sabemos por experiencias en los últimos 70 años, que para llevar a cabo una
Reforestación exitosa es necesario que las especies que sembremos sean endémicas. Esto quiere decir que sean especies de la región, nativas. No las que se le ocurran a CONAFOR o a los Gobiernos Municipales o Estatales. También hemos señalado repetidamente que no debemos usar “cartuchos” de 20 o 30 cms. como quien dice “embriones” de árboles, sino árboles adolescentes, de 2 o 3 años de edad. Sabemos que esta condición cuesta dinero, agua y tiempo para poder llevarlos a esta edad en la que podamos garantizar una supervivencia por encima del 70 % y obtener una verdadera Reforestación. También hemos fallado en cuanto a la responsabilidad posterior para seguirlos cuidando y regando. No hemos podido darle el seguimiento permanente a estas acciones, para que nos permitan lograr el éxito deseado, debido entre otras razones porque necesitamos definir claramente quién los va a regar. Si los Gobiernos en sus tres niveles, trasladan a la ciudadanía esta responsabilidad, la sociedad organizada dice que son los Gobiernos los que deben aportar los autotanques y el agua para su riego. Y entonces es un juego de deslindes de responsabilidades. Lo que se tiene que hacer es asignar recursos permanentes suficientes para establecer objetivos reales en el corto y mediano plazo. Por ejemplo, definir de una vez por todas un Programa Municipal de Reforestación con las características antes descritas, para crear los viveros necesarios que permitan “producir” los árboles adolescentes de especies endémicas que se sembrarán. Ahora bien, debemos establecer puntualmente que la obligación de darles agua y cuidado, deberá ser la propia autoridad municipal. De hecho tenemos en todos los Ayuntamientos de nuestro país, mucho personal asignado a Parques y Jardines. Solo será necesario involucrar a otra instancia, por ejemplo la misma CONAFOR o la autoridad Estatal, para que esté supervisando técnica y permanentemente estas acciones. También deberemos formar un Comité Municipal Ciudadano para que también supervise que los objetivos del Programa se estén cumpliendo. No podemos delegar esta responsabilidad a los ciudadanos organizados, en tanto no se asignen los recursos económicos suficientes. Hemos visto cientos de Campañas de Reforestación en escuelas primarias o secundarias de nuestro país, sin éxito. Otras tantas promovidas por las organizaciones intermedias de la Sociedad, como son los Clubes de Servicio, Fundaciones y ONG´s ambientalistas, pero también han fracasado. Porque cuando se enfrentan las necesidades de autotanques y el propio elemento vital: el agua, simplemente no se pueden financiar. Con decisión y voluntad política de los Gobiernos, con metas claras, con suficientes recursos económicos y con estos elementos mínimos dentro de los Programas Municipales de Reforestación podremos aspirar a tener éxito. Costa Rica, Gabón y Corea del Sur ya reforestaron con mucho éxito cientos de miles de hectáreas en los últimos 30 años. En cambio Haití, Borneo y Madagascar prácticamente perdieron el 95 % de su corteza vegetal debido a que irresponsablemente no reforestaron a tiempo.. En nuestro país, será necesario que la SEMARNAT, CONAFOR, los Gobiernos Estatales y evidentemente los Ayuntamientos se dejen de seguir dilapidando recursos en estas campañas que a mi juicio solo son didácticas.
*Artículo publicado en el Diario AM de Querétaro el 21 de julio de 2011.